miércoles, 10 de noviembre de 2010

Segundo Rosariazo

También denominada como Huelga ferroviaria de septiembre de 1969.
Los eventos del primer Rosariazo y el Cordobazo llevaron a que el gobierno militar interviniera la Unión Ferroviaria (UF). Los convenios de trabajo fueron modificados unilateralmente, los dirigentes gremiales fueron encarcelados y se aplicó una reducción universal de sueldos. La tensión iría in crescendo y no tardaría en volver a detonar. El 7 de septiembre, los estudiantes de Rosario volvieron a las calles para conmemorar la muerte de los caídos en el conflicto con las fuerzas represivas. Al día siguiente, los delegados de la sección Rosario de la UF comenzaron una huelga en protesta por la suspensión del delegado administrativo Mario J. Horat, que había sido penalizado por promover la adhesión a los paros efectuados contra el gobierno. Más de 4.000 trabajadores se sumaron a la medida y esa misma noche se decidió prolongarla por 72 horas. Otras seccionales y agrupaciones se adhirieron a la medida.
Ante el gran seguimiento del paro en Rosario, Arroyo Seco, Cañada de Gómez, Casilda, Empalme, San Nicolás y Villa Constitución, la empresa anunció medidas de suspensión, a lo que los delegados ferroviarios respondieron declarando la huelga por tiempo indeterminado. La adhesión a la misma se extendió por todo el país.
El gobierno nacional, mediante el decreto 5324/69, ordenó la aplicación de la Ley 14.467, de Defensa Civil, disponiendo la movilización de todo el personal ferroviario bajo el Código de Justicia Militar y criminalizando por lo tanto la medida de fuerza. A partir del 16, la CGT en pleno se sumó a la protesta, así como las asociaciones estudiantiles y políticas. Mientras tanto, las medidas de fuerza se extendían por el país, con la ocupación de varias fábricas en Córdoba y un levantamiento masivo en Cipolletti (provincia de Río Negro).
El 16 de septiembre, a partir de las 10 de la mañana, comenzó la convergencia de columnas de trabajadores, estudiantes y otros manifestantes en dirección al local de la CGT. Una columna de más de 7.000 obreros ferroviarios se dirigió a los molino harineros Minetti desde el local de La Fraternidad. Se le sumaron otras compuestas por obreros textiles, vidrieros, albañiles, eléctricos, frigoríficos y metalúrgicos. Además de los sindicatos del ferrocarril, la Asociación Bancaria, la Asociación de Trabajadores del Estado, la Federación de Obreros y Empleados de Correos y Telecomunicaciones, la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina, la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, el Sindicato del Seguro, el Sindicato de Obreros Jaboneros, el Sindicato de la Carne, el Sindicato Unidos Petroleros de Estado, el Sindicato Luz y Fuerza, el Sindicato de Trabajadores Químicos y Petroquímicos, el Sindicato de Obreros y Empleados Papeleros, el Sindicato Obrero de la Industria del Vidrio y Afines, el Sindicato de Obreros Panaderos, la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina y la Unión Obrera Metalúrgica se adhirieron a la medida. Los tranviarios y transportistas fueron las más importantes de las asociaciones que se negaron a acatarla, lo que se reflejó en la quema de transportes.

Colectivo incendiado por manifestantes .
Ante la resistencia policial, los manifestantes volvieron a erigir barricadas y a enfrentarse abiertamente a las fuerzas de seguridad. Los vehículos policiales y de transporte público fueron incendiados y la manifestación logró avanzar, haciendo retroceder a la policía hacia unas pocas plazas fuertes formadas por las sedes institucionales, en particular la del Comando del II Cuerpo de Ejército y la Jefatura de Policía.
El conflicto se extendió a los barrios, de donde se repelió a la policía. Un total de unos 250.000 manifestantes lograron mantener el control de la situación durante todo el día. No fue hasta el 17 cuando el Ejército reemplazó a las fuerzas de seguridad, informando un comunicado del general Herberto Robinson, que abrió fuego contra cualquier grupo que se le opuso. Se conformaron tribunales militares ad hoc. El entonces coronel Leopoldo Fortunato Galtieri comandaba las fuerzas del arma de artillería que llevaron a cabo la acción a partir de las 21:00. La resistencia en algunos barrios continuó aún otro día más, hasta que los militares tomaron control de toda la ciudad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario